La profecía del avivamiento de Smith Wigglesworth

Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones. Joel 2:28

Smith Wigglesworth (1859-1947), conocido como el apóstol de la fe, realizó poderosas señales y prodigios, ¡e incluso resucitó a personas de entre los muertos! Poco antes de pasar a la gloria, profetizó: «Durante las próximas décadas habrá dos movimientos distintos del Espíritu Santo en la Iglesia de Gran Bretaña. El primer movimiento afectará a toda iglesia que esté dispuesta a recibirlo y se caracterizará por la restauración del bautismo y los dones del Espíritu Santo».

El segundo mover del Espíritu Santo hará que la gente abandone iglesias históricas y plante nuevas. Durante cada uno de estos movimientos, los involucrados dirán: "Este es un gran avivamiento". Pero el Señor dice: "No, este tampoco es el gran avivamiento, pero ambos son pasos hacia él".

Cuando la Palabra y el Espíritu se unan, se producirá el mayor movimiento del Espíritu Santo que las naciones, y de hecho, el mundo, hayan visto jamás. Marcará el comienzo de un avivamiento que eclipsará todo lo que se ha presenciado en estas costas, incluso los avivamientos wesleyano y galés de antaño.

“El derramamiento del Espíritu de Dios fluirá desde el Reino Unido a Europa continental y, desde allí, comenzará un movimiento misionero hasta los confines de la tierra”.

RT Kendall (1935-Presente) “HA HABIDO UN DIVORCIO SILENCIOSO EN LA IGLESIA, HABLANDO generalmente entre la Palabra y el Espíritu. Cuando hay un divorcio, a veces los hijos se quedan con la madre, a veces con el padre. En este divorcio están los del lado de la Palabra y los del lado del Espíritu. ¿Cuál es la diferencia? Los del lado de la Palabra enfatizan contender fervientemente por la fe una vez dada a los santos, la predicación expositiva, la teología sólida, el redescubrimiento de las doctrinas de la Reforma: la justificación por la fe, la soberanía de Dios. Hasta que regresemos a la Palabra, el honor del nombre de Dios no será restaurado. ¿Qué hay de malo en este énfasis? Nada. Es completamente correcto en mi opinión.

Quienes apoyan al Espíritu Santo insisten en volver al libro de los Hechos, las señales, prodigios y milagros, los dones del Espíritu Santo: lugares que se estremecen en las reuniones de oración; si te pones a la sombra de Pedro, sanas; si le mientes al Espíritu Santo, mueres. Hasta que recuperemos el poder del Espíritu, el honor del nombre de Dios no será restaurado. ¿Qué hay de malo en este énfasis? Nada. En mi opinión, es totalmente correcto.

El problema es que ninguno aprenderá del otro. Pero si ambos se unieran, la combinación simultánea significaría una combustión espontánea. Y si la profecía de Smith Wigglesworth fue correcta, el mundo se pondría patas arriba otra vez.